Contamos con siete océanos que son: Ártico, Antártico, Pacifico Norte y Sur, Atlántico Norte y Sur e Indico. Con un promedio del 96% de agua que existe en el planeta. En el mundo entero, existen varios problemas como mal manejo de desechos que  terminan en  contaminación marina, la sobrepesca, pesca ilegal, destrucción de los hábitats, cambio climático por acidez y variaciones extremas de temperatura mantienen en una lenta agonía a los océanos.

Existen importantes organizaciones mundiales como El Fondo Mundial para la Naturaleza WWF que han realizado esfuerzos conjuntos con los GADs, comunidad entre otros. Y los cambios son evidentes el 22 de abril del año pasado, en Sudamérica, en las Islas Galápagos, entro en  vigencia  la resolución Nro. 05-CGREG-2015 y demás normativa aplicable, de carácter obligatorio, que restringe el uso de plásticos del tipo: sorbete, funda tipo camiseta, envases de polietileno y botellas plásticas no retornables. A si mismo El calentamiento y la acidificación del océano  repercuten en la disminución de los recursos oceánicos. WWF indica que en el mundo, este fenómeno causa impactos eco sistémicos, modificando la distribución de especies marinas, desplazamientos de  especies hacia otras zonas. Las temperaturas pueden afectar, la fisiología de los peces y las redes tróficas. Además habría repercusiones socioeconómicas. “Si la distribución y eventualmente la composición de las especies sufren alteraciones, los pescadores tendrán que necesariamente modificar sus prácticas, estrategias y operaciones pesqueras”. Según la ONG se tiene recursos sobreexplotados: peces pelágicos pequeños como la sardina o pinchagua, la macarela y el chuhueco. Y otros  recursos sobreexplotados de ciertas especies de peces demersales, de lento crecimiento como los pargos, los meros y las chernas. Los tiburones es muy probable que ya hayan entrado en una sobrepesca, ciertas especies comerciales como el rabón y el mico. Podemos sumar a la concha prieta y el cangrejo azul. Existen  autoridades que coordina y articula las actividades intersectoriales en el espacio marino costero, su preocupación esta en las embarcaciones de pesca y transporte que afectan a la fauna marina. En materia de control de residuos, las autoridades deben coordinar con  instituciones para establecer una política regional sobre basura marina. La Comisión Permanente del Pacífico del Sur, han hecho esfuerzos para atender el Plan de Acción para la Gestión de la Basura Marina en el cantón Playas. Coincidimos con esta entidad que es impiedoso concientizar a la ciudadanía  para evitar  descargas contaminantes en  zonas costeras. Cuanto mas cuando según esta secretaria “se hace necesario cuando la protección de los océanos, que cubren el 70% de la Tierra, a nivel global es del 1%.

La autoridad Ambiente sostiene que  el problema del plástico, causa afectaciones que van desde mutilación de miembros hasta la muerte de especies marinas por ingesta, toxicidad, asfixia o atrapamiento. Además que afectan a toda la cadena que  va desde productos primarios hasta especies en el  mas alto nivel.

Tanto las organizaciones internacionales como el ente controlador coinciden que los problemas mas severos se dan por un mal manejo de desechos a nivel terrestre y en la unión  de los ríos con los mares, donde se concentra la gran cantidad de desechos sólidos.

Una de las afecciones mas extremas son las fundas plásticas que son hechas en su mayoría de polietileno, un polímero derivado del petróleo que tarda al menos 500 años en degradarse. Según cifras de la ONU, cada año se vierten en el océano 13 millones de toneladas de plásticos. La voluntad de Chile es sumarse   a los mas de 60  países en el mundo que han tomado medidas para mitigar  la contaminación producida por los 10 millones de bolsas que se consumen cada minuto. Así establecieron una multa de 370 dólares por cada bolsa de plástico entregada para los que  incumplan la ley en todo Chile, según datos oficiales se producen cada año 3.200 millones de fundas plásticas. Sólo un 4% de los 17,5 millones de sus habitantes recicla. Antigua y Barbuda, Bahamas, Belice y Costa Rica y algunas ciudades como Buenos Aires han algunas implementado medidas para combatir  las fundas de plástico. En el caso de Ecuador se envió al Municipio de Quito el  «Proyecto de Ordenanza Metropolitana para la disminución de plásticos de un solo uso en el Distrito Metropolitano de Quito». Y se  direcciona al cumplimiento de la política Al del Plan Metropolitano de Desarrollo y Ordenamiento Territorial que indica «Garantizar la gestión integral de residuos bajo el concepto Cero Basura (*) o de economía circular, con enfoque de participación, corresponsabilidad ciudadana y responsabilidad ambiental y social».

Según  el  Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA),  8 millones de toneladas de plástico van a los mares anualmente. El plástico no se usa más de 20 minutos y al no ser reciclados, ha convertido a la contaminación por plástico en uno de los mayores problemas ambientales. Además establece que desde los años cincuenta la producción de plástico  supera la producción de otros materiales, gran parte de esta producción está diseñada para un solo uso provocando así que el usuario deseche el plástico después de su primer uso, lo que ha provocado que el 50% de los desechos de plástico sean de envases. América, Japón y la Unión Europea son  los mayores productores de residuos plásticos de envases a  mundialmente. Solo el 9% del plástico que se ha producido hasta la actualidad ha sido reciclado evidenciando la ausencia   de conciencia ante este problema que se incrementa día  a día el cual para el 2050 significará 12 mil millones de toneladas de basura plástica en los vertederos y el medio ambiente; pudiendo necesitar mas del 20% del consumo del petróleo para la industria plástica. El PNUMA visualiza que hasta el 2050, los océanos tendrán más desechos plásticos que peces. El desecho de estos productos, contamina el ambiente causando la muerte de millones de aves y mamíferos marinos al ser atrapados o por ingesta. Estos residuos no se descomponen, por ejemplo la espuma de poliestireno expandido (espuma flex) necesita 1000 años para biodegradarse. Por otro lado existe evidencia de la presencia de micro plásticos en el agua embotellada y en la sal marina que se consume en el mundo. Por su parte los productos de poli estireno expandido, contienen sustancias tóxicas y carcinogénicas como el estireno y el benceno, químicos que pueden generar terribles  afectaciones a la salud. Estos químicos pueden ser transferidos desde los recipientes hacia los alimentos y bebidas y así ser ingeridos por los humanos. Más de 60 países han impuesto prohibiciones o gravámenes al uso de envases plásticos demostrando que a nivel mundial la alerta ya se manifiesta. Por lo expuesto es importante que los gobiernos locales y nacionales implementen estrategias y normativas que efectúen un cambio de cultura en relación al uso indiscriminado de plásticos de un solo uso. En Ecuador, el Ministerio del Ambiente ha notado que “alrededor de 1500 millones de fundas plásticas tipo camiseta son utilizadas por año en el país, el equivalente a alrededor de 130 fundas tipo camiseta por persona. Solo 5 de cada 10 fundas son reutilizadas por una única vez y luego son desechadas al igual sorbetes, botellas, vajillas y cubiertos plásticos”. En el Distrito Metropolitano de Quito según la caracterización realizada en el año 2012 la fracción plástica de la composición de los Residuos Sólidos Urbanos (RSU) es del 12,45% de 1 UNEP (2018). SINGLE-USE PLASTICS: A Roadmap for Sustainability 2 UNEP (2018). SINGLE-USE PLASTICS: A Roadmap for Sustainability un potencial reciclable del 24%, lo que implica que aproximadamente de 100.000 toneladas de residuos cada año corresponden a plásticos. O igual que comparar que un mes y medio de residuos depositados en el Relleno Sanitario anual corresponden solo a plásticos. En el Distrito Metropolitano de Quito los plásticos que se reciclan en mayor cantidad son: botellas plásticas de alta y baja densidad, fundas plásticas, plástico duro; el resto de materiales plásticos a pesar de ser potencialmente reciclables no son materiales aprovechados por la gran mayoría de gestores ambientales en el DMQ. Por lo cual la fundación WATER RIVERS OCEANS FOUNDATION,  nació para mitigar los impactos causados a los recursos naturales e implementar una cultura ambiental y de prevención.